Ayer en la noche fui a visitar a una amiga, su novio, se quitó la vida de una forma cobarde, al estar allí me puse a pensar en lo difícil que te puedes poner la vida cuando sencillamente dejas de ser positivo, es tan fácil decir: ¡Ya no puedo!... ¡Qué sentido tiene todo!... Y rendirse…
Y es que me conmueven tanto estas circunstancias, pues en muchas ocasiones me he olvidado de las cosas hermosas que tiene la vida, de levantarme en las mañanas y ver al otro lado a mamá, la luchona, la que no se ha rendido ante las inclemencias de tiempos duros del pasado, a los angelitos de mi vida, mi hermanito Pepe y a mi hermanito Alex, de saber que tenemos salud, un trabajo digno, eso es lo que vale realmente de la vida…
No el tener un coche del año, la mejor casa en una zona exclusiva, eso quizá te hagan feliz, pero no son la verdadera felicidad que uno necesita para satisfacer ese vacío que dejan esas cosas, las materiales, no hay nada mejor en saber que en casa tienes lo más valioso, el tesoro del amor, de la amistad, de la comprensión, de la lealtad...
¿No vale la pena vivir por esos detalles hermosos de la vida?, para que quitarte el privilegio de vivir, sí aun podrás disfrutar de cosas bellas, sí aún viene lo mejor... Si por algún momento pasa por tu mente algo así, recuerda, por favor, que hay gente que te ama y que sufrirá si te ausentas para siempre... Reflexiona en este detalle y valora el regalo que Dios te ha dado.