Aquí voy a afrontar el tema desde dos posturas: la postura de la novia dejada y la postura de la hermana roba-novios.
Por el lado de la novia dejada y engañada, pues qué decir. Cuando nos sucede que nuestra pareja nos deja, el dolor es sumamente grande y las heridas tardan mucho en curarse. Pero si a este dolor le sumamos que nuestra pareja nos abandonó para canjearnos por nuestra hermana, el tema toma mayor relevancia.
No es ajeno a nuestra realidad que nuestra hermana olvide ciertos códigos de respeto y se atreva a tener una aventura o bien una relación con nuestra pareja. Bajo el fundamento de “nos enamoramos”, siguen su curso y nosotros padecemos los dolores, que por momentos creemos que nos quitarán la vida. No es así, calma. Nadie nos quita la vida y menos un desengaño amoroso, por más cruel y desalmado que sea.
Si nos paramos del lado de la hermana que roba el novio, o que “se enamora”, vemos que ella no reprime en absoluto sus impulsos amorosos, pasionales o sexuales, y arremete con todas sus armas para conseguir a su cuñado.
¿Qué hacer si nos gusta nuestro cuñado? Pues bien, en primer lugar, hacer todo lo posible para que deje de gustarnos, cosa que suele justificar con un “no puedo hacerlo, es más fuerte que yo”. No señoras ni señores… nada es más fuerte que uno porque es uno quien se gobierna, así que a otro perro con ese hueso. Hay que hacer todo lo posible para no propiciar situaciones donde los cuñados se encuentren a solas, y esto conlleva un grado alto de fuerza de voluntad y de responsabilidad, ya que no es bien visto por nadie ni mucho menos aceptado, llevarse a un cuñado a la cama.
Abundan los casos, tanto en las consultas de nuestro blog, como en la vida misma. Alcanza solamente con ver algún programa de televisión, un talk-show, para ver que esto es moneda corriente.
Entonces, si nos gusta el cuñado, pues fuera. Hagan todo lo posible para evitar verlo, no accedan a situaciones de tentación, pues la carne es débil, y llegado el caso, aléjense.
En el caso de la hermana engañada o abandonada, qué decir. Un hermano es un hermano, entonces, si ven algo raro, dialoguen con su hermana para que esto no suceda. Hombres o mujeres hay muchos, pero hermanos son pocos.
0 comentarios:
Publicar un comentario