¿Me ama o no me ama?

¿Qué pregunta no? Es difícil saber si alguien nos quiere de verdad o no, y aunque buscamos siempre soluciones para poder averiguarlo, es posible que lo más cercano a la realidad sea simplemente acercarse a él o a ella y expresarle lo que sentimos.

Pero si fuera tan fácil...si fuera tan fácil no escribiríamos el artículo.

Uno de los miedos más comunes que hay, por más sencillo que parezca, es el miedo al rechazo: el miedo a que él o ella nos digan que NO. Porque ese “no” puede significar muchísimo para aquel que es rechazado: no soy linda, no soy inteligente, no se siente bien conmigo, no hice bien tal o cual cosa, y para los chicos lo mismo.

Entonces, como no nos animamos a preguntar nos quedamos con la duda durante tanto tiempo que o bien perdemos todas las oportunidades de saber la verdad, o bien esa persona conoce a alguien y finalmente ya no podemos ni siquiera intentar. Y no porque no nos hubiera dicho que si, sino porque no pudo esperarnos eternamente (¡posiblemente estando también en la duda!)

Por lo tanto, ¿cuál es la solución a este problema? Creo que lo mejor es que cada uno se tome su tiempo para sentirse seguro de sí mismo, para encontrar ese punto en el que puede decir: “Soy todo lo mejor que puedo de mí, con todo mi esfuerzo y mi corazón” y entonces en ese momento, con esa energía y sentimiento, se puede acercar a esa persona y de a poco crear una relación en función de lo que cada uno percibe.

De esa relación, de a poco, cada uno sabrá si hay o no amor y si así fuera, el momento para expresarlo llegará cuando corresponda.